administrator “Nada de postres, gracias, sólo unos trozos de chocolate con un vino adecuado”: este es el tipo de petición que se puede escuchar en un restaurante. Pero, ¿con qué acompañar este alimento?
El cacao es uno de los ingredientes más difíciles de maridar con las bebidas, hasta el punto de que hay quien sugiere servir únicamente vasos de agua con gas fría, sobre todo si se trata de chocolate negro. En realidad, con un poco de conocimiento, el chocolate puede combinarse con muchas bebidas diferentes, desde el vino hasta los licores e incluso la cerveza.
¿Qué bebidas combinar con este valioso alimento?
La regla general es elegir un vino con un sabor fuerte y asertivo, que sea capaz de soportar la intensidad de este alimento sin que se vea sobrepasado. Cuanto mayor sea el porcentaje de cacao, mayor deberá ser la longitud del vino.
Un punto importante que hay que recordar es que, al igual que el vino, el chocolate contiene taninos que confieren una sensación de sequedad al paladar. De hecho, un alimento dulce tiende a hacer que el vino tenga un sabor amargo y astringente, más ácido y menos afrutado. Un vino tinto con la más mínima pizca de taninos se desperdiciaría con el chocolate: el riesgo es el de crear una sensación de boca seca. A diferencia de otros ingredientes, todos los maridajes perfectos con chocolate se basan en la armonía, nunca en el contraste.
Así pues, si estas en la búsqueda de una bebida con chocolate en las promos Starbucks tienen bebidas que podrían interesarte, juntos descubramos las mejores bebidas para maridar con chocolate.
Al igual que el whisky, el chocolate se presenta en una plétora de variedades, sabores y orígenes. Ambos funcionan bien en armonía, jugando con la sinergia y suavizando. El whisky ahumado mitiga lo que suele ser un exceso de dulzor en el chocolate blanco.
Chocolate blanco y cualquier Sauternes. Este vino dulce de Burdeos, enriquecido por la botrytis, tiene un buen equilibrio aromático de cítricos, frutas del huerto y miel.
Maridaje para chocolate blanco
El chocolate con leche y variedades de uva Zinfandel o Merlot. El Zinfandel tiene taninos moderados y toques afrutados de frambuesa madura y zarzas, especias y tabaco. Para el chocolate blanco recomendamos un Merlot porque suele armonizar bien.
Con leche y vinos fortificados griegos. Acompañe ese dulce con vinos como el Mavrodaphne de Patrass: que combinan ya que son perfectos gracias a sus aromas de frutos secos, nueces y caramelo agridulce.
Con leche y té negro Lapsang Souchong. Una bebida preciosa que debe sus complejas notas a su ahumado con madera de coníferas.
Maridaje para chocolate negro
Hemos elegido chocolate versátiles con un contenido de cacao del 70 al 80 por ciento y no más, porque más allá de ese porcentaje, este producto adquiere notas casi resinosas y bastante amargas.
Chocolate negro y Oporto o Merlot. Un maridaje clásico, por supuesto, que funciona de maravilla gracias a los matices de caramelo y avellana que dan paso a la ciruela y al arándano. Sin embargo, la mayor parte del mérito corresponde a los taninos, que son tan flexibles que crean sensaciones sedosas en la boca. De la misma familia, pero cada uno dotado de una personalidad diferente, el Marsala dulce o el Barolo Chinato son excelentes alternativas.
El chocolate negro y el Recioto y el Amarone della Valpolicella. En el noreste de Italia, las uvas se dejan marchitar tras la vendimia, lo que les permite adquirir aromas de fruta dulce e higos secos.
Negro y Banyuls. Definido a menudo como la respuesta francesa al Oporto, este potente vino procede de la región costera cercana a España especializada en la uva garnacha. Sus sabores incluyen caramelo, castaña, ciruela, albaricoque seco, cereza ácida y piel de naranja, todos ellos “amigos” del chocolate negro.
Negro y whisky estadounidense de la variedad American Oak. Triplemente destilados y envejecidos exclusivamente en barricas de Bourbon, suelen estar dotados de pronunciadas notas de vainilla dulce y coco, sabores que se combinan maravillosamente con los chocolates más oscuros.
